Cuando pasan los años, no quieres una tía buena sino una buena tía.
Te importa más la talla de lo que esconde bajo el pecho, que la talla de su sujetador.
Encuentras más calor en sus pies fríos, que en los labios de cualquier otra.
Le cuentas a tus amigos de qué color tiene los ojos, y te importa muy poco el de sus bragas.
Dejas de memorizar cada uno de sus defectos, y empiezas a recordar los lunares de su espalda
Y entiendes que la belleza es eso, eso que el tiempo no sabe degradar.
Cuando pasan los años...
Sola. Muy sola. Demasiado sola. Una vez más y sin explicaciones. Nunca hay explicaciones. Después de los besos, el príncipe, una vez más, se convirtió en rana. Cansada, aburrida, triste y melancólica. Haciendo zapping entre una gran cantidad de programas basura. Pensando en todo. Pensando en nada.
Hoy es uno de esos días en los que te despiertas y te quedas acostado mirando a la nada, pensando en como animarte. Sólo te apetece tener a esa persona a tu lado, poder acurrucarte con ella todo el día y no pensar en nada; pero no puedes. Hoy es uno de esos días en los que " Si no me hablas tú, tampoco lo haré yo", y te quedas mirando la pantalla del móvil esperando, viendo ese En Línea que tanto daño hace. No sabes como expresarte y hasta la más mínima tontería te afecta.
Es impresionante la cantidad de gente que se siente sola, tenga la edad que tenga y esté donde esté. Pueden estar rodeados de gente, pero se sienten solos.
Buscando en google me he dado cuenta de que la simple frase: "Me siento solo" recibe aproximadamente unas 90.000 búsquedas mensuales, y las personas que lo buscan no lo buscan de paso como aquel que busca un restaurante, sino que lo buscan porque se sienten solas.
Y es que todos necesitamos ese abrazo de vez en cuando, ese cariño de la persona que queremos y que nos hagan sentir especial. No queremos pedirlo, sin embargo, hacemos lo posible por sentirnos acompañados.
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